sábado, 17 de mayo de 2008

Se vende Tàpies

He logrado que Antoni Tàpies me firme la gotera del techo.
Y he decidido subastarla.


El precio de salida es de 650.000 eurillos de na.
¿Alguien da más?

2008 una odisea en el tejado

El fatídico día 10 llovió en Barcelona. Sí, ya se, tendría que ser una buena noticia, pero resulta que además de llover sobre la ciudad, también llovió dentro de mi casa. Pues gracias a mis queridísimas amigas, las putas palomas, y al fantástico viento atramontanado que sopla por estas alturas; el canal, por el que tendría que circular el agua, estaba embozado y el agua salió a chorros por mi casa. ¡Ole, que bien! (Evidentemente que el tejado sea viejo y tenga tejas rotas, tampoco ayuda). Creo que con el agua que recogí se habría podido abastecer a 100.000 hogares barceloneses durante varios días.

Mi desesperación llegó a tal extremo que llamé a los bomberos. Al rato llegaron cuatro fornidos bomberos, cuatro, algunos con fornida panza. (Eso de que los bomberos están todos buenos es un mito urbano; aunque había uno que no estaba mal, todo hay que decirlo). El caso es que llamaron a la puerta dando golpes, entraron tipo elefantes, vieron la gotera, salieron a la terraza a mirar el tejado, abollaron la escalera del vecino, me dijeron "no podemos hacer nada" y se marcharon. ¡Ala, apáñatelas como puedas, hija! Ni siquiera me dio tiempo a decirle al que no estaba mal, que se quedara conmigo a vigilar la gotera, por si acaso... Nunca se sabe cuándo puedes necesitar un bombero.

La noche fue larga. La pasé, sin dormir, recogiendo agua y viendo cómo caía la pintura el techo. Parecía que estaba en una película de Tarkovski. Milagrosamente, dejó de llover y la gotera paró, dejándome como recuerdo un bonito Tàpies en el techo. Al día siguiente salió el sol, y yo salí de la película de Tarkovski. Llamé a unos paletas de urgencia que vinieron, desembozaron el canal y me cobraron una pasta. Pero luego quedaba lo peor,... Ir a ver a los administradores de fincas. (Que son esa gente que tiene planta propia en el infierno, por encima de los abogados y por debajo de los funcionarios del Ministerio de Educación y Ciencia). Pues sí, ahora estoy esperando que me paguen la factura y me arreglen el techo. Mientras se lo piensan, me han mandado al Ed Wood de los paletas, que ha visto la gotera y ha dicho "Ah, bueno, yo me esperaba más desastre!". (Sí, Claro, si no se cae el techo entero, no es para tanto!) Después de mucho insistirle y hacerle entender que la gotera venía de arriba, logre que subiera al tejado. Que, claro, le pareció que estaba "perfecto, perfecto". ¿Las tejas rotas?, vaahh, una tontería! ¿Los excrementos corrosivos de las putas palomas?, una chorrada! ¿Que el tejado tiene un montón de años y nunca lo han arreglado?, las cosas antiguas duran mucho, porque están bien hechas, mujer!

Conclusiones:
1. Los tejados perfectos tienen goteras porque les da la gana y porque tienen mucho carácter. Cuidado con ofender a un tejado perfecto, que se puede enfadar e inundarte la casa.
2. Los bomberos no están todos buenos, ni son la solución a todos los problemas.
3. La naturaleza es sabia, cuando no llovía en Barcelona, por algo sería. Dejemos que la naturaleza siga su curso y aceptemos las sugerencias del post anterior para paliar la sequía.
4. Acabemos con las putas palomas, de una vez por todas, hombre!

jueves, 1 de mayo de 2008

A grandes problemas, grandes soluciones.

Resulta que todo lo que nos contaron sobre el cambio climático era cierto, (aunque le pese al primo de Rajoy). Sí, cada vez llueve menos, y España va camino de la desertificación. No quiero alertar a nadie, pero no estaría de más comenzar a mirar el precio los camellos en el mercado negro.

Aquí, en Barcelona, no llueve, bueno de vez en cuando caen cuatro escupitajillos, pero eso no cuenta. De hecho, los antiguos habitantes del pueblo que quedó bajo las aguas del pantano de Sau, están reconstruyendo sus casas. Y nadie quiere darnos agua, ¡viva la solidaridad!. El otro día escuché las declaraciones de un pagès que decía que los habitantes de Barcelona pueden pasar unos días sin ducharse, pero un árbol no, porque se muere. Claro, ¡este hombre es un visionario!, ¡ha encontrado la solución al problema! La sociedad moderna, es el problema, y todos esos hábitos estrafalarios que nos ha inculcado. Como lavar la ropa todas las semanas, ¿para qué?, si hasta que los calcetines no anden solos, se pueden usar, más que nada porque entonces se meten ellos mismos en la lavadora, sin que puedas hacer nada por impedirlo, que si no… O ducharse todos los días, ¡Qué barbaridad!, ¿dónde vamos a llegar? Por no hablar de eso de beber dos litros de agua diarios, ¿por qué?, ¿porque los de Font Vella digan que es sano? ¡Publicidad engañosa, eso es lo que es! Claro, con estas manías tan tontas, así nos va.
El agua es para las cosas importantes, como regar los campos de golf, llenar las piscinas olímpicas o hacer nieve artificial para las estaciones de esquí; no para chorradas!

Creo que tendríamos que replantearnos la vida, mirar hacia atrás, hacia épocas más prósperas y tomar de ejemplo a Isabel la Católica, que estuvo años sin lavarse y sin cambiarse la camisa, y ¿le pasó algo?, no, nada; reconquistó Granada, con dos cojones! También sería conveniente tomar otro ejemplo, más cercano, los hooligans ingleses. Sí, esos que vienen de vez en cuando a ver cómo sus equipos ganan al Barça. ¿Acaso necesitan beber agua? No, sobreviven a base de cerveza, y tan felices!

Pues nada, a grandes problemas, grandes soluciones! Propongo seguir la línea de Isabel, en cuanto a limpieza y la de los hoolingans, en cuanto a bebida; y dejar de preocuparnos por el agua, ¡¿quién la necesita?! Así podremos disfrutar mejor de este espléndido verano que se ha instalado aquí, para siempre.