jueves, 1 de mayo de 2008

A grandes problemas, grandes soluciones.

Resulta que todo lo que nos contaron sobre el cambio climático era cierto, (aunque le pese al primo de Rajoy). Sí, cada vez llueve menos, y España va camino de la desertificación. No quiero alertar a nadie, pero no estaría de más comenzar a mirar el precio los camellos en el mercado negro.

Aquí, en Barcelona, no llueve, bueno de vez en cuando caen cuatro escupitajillos, pero eso no cuenta. De hecho, los antiguos habitantes del pueblo que quedó bajo las aguas del pantano de Sau, están reconstruyendo sus casas. Y nadie quiere darnos agua, ¡viva la solidaridad!. El otro día escuché las declaraciones de un pagès que decía que los habitantes de Barcelona pueden pasar unos días sin ducharse, pero un árbol no, porque se muere. Claro, ¡este hombre es un visionario!, ¡ha encontrado la solución al problema! La sociedad moderna, es el problema, y todos esos hábitos estrafalarios que nos ha inculcado. Como lavar la ropa todas las semanas, ¿para qué?, si hasta que los calcetines no anden solos, se pueden usar, más que nada porque entonces se meten ellos mismos en la lavadora, sin que puedas hacer nada por impedirlo, que si no… O ducharse todos los días, ¡Qué barbaridad!, ¿dónde vamos a llegar? Por no hablar de eso de beber dos litros de agua diarios, ¿por qué?, ¿porque los de Font Vella digan que es sano? ¡Publicidad engañosa, eso es lo que es! Claro, con estas manías tan tontas, así nos va.
El agua es para las cosas importantes, como regar los campos de golf, llenar las piscinas olímpicas o hacer nieve artificial para las estaciones de esquí; no para chorradas!

Creo que tendríamos que replantearnos la vida, mirar hacia atrás, hacia épocas más prósperas y tomar de ejemplo a Isabel la Católica, que estuvo años sin lavarse y sin cambiarse la camisa, y ¿le pasó algo?, no, nada; reconquistó Granada, con dos cojones! También sería conveniente tomar otro ejemplo, más cercano, los hooligans ingleses. Sí, esos que vienen de vez en cuando a ver cómo sus equipos ganan al Barça. ¿Acaso necesitan beber agua? No, sobreviven a base de cerveza, y tan felices!

Pues nada, a grandes problemas, grandes soluciones! Propongo seguir la línea de Isabel, en cuanto a limpieza y la de los hoolingans, en cuanto a bebida; y dejar de preocuparnos por el agua, ¡¿quién la necesita?! Así podremos disfrutar mejor de este espléndido verano que se ha instalado aquí, para siempre.


1 comentario:

Hel dijo...

No des ideas maja.