El Excelentísimo Ajuntament de Barcelona, con su Alcalde Jordi Hereu a la cabeza, han convocado un concurso público para matar a 65.000 palomas que invaden nuestra bonita ciudad. Ole, ole, y ole! Bravo! Sí señor! Por fín una medida inteligente!
Recordemos que el señor Hereu es ese hombre tan visionario que vio Barcelona cubierta de nieve antes del día 8 de marzo y la propuso como sede de los juegos olímpicos de invierno. Y que el dia 9 de marzo intentó, por todos los medios, tapar el sol para que la nieve aguantase hasta el 2022. Este Ajuntament es, también, el mismo que decidió, contra toda lógica, agujerear Barcelona de punta a punta, pasando por debajo de la Sagrada Familia, para ubicar el túnel de Ave. Esas y muchas otras medidas utrainteligentes que han tomado en sus años de mandato, me hacen dudar que esto de la matanza de palomas se les haya ocurrido a ellos. Entonces salí de dudas leyendo la noticia.
Allí se explica cómo quieren matar a estos jodidos bichos: “Se les deberá capturar mediante redes, provocarles la muerte por asfixia al gasearlas en un lugar que no favorezca el estrés de los animales”.
Sin duda la muerte por asfixia en un lugar bonito, soleado y con un hilo musical relajante, tiene que ser de lo más agradable, nada que ver con el estrés que provocan las típicas cámaras de gas. Luego se dice que se contratará a la empresa que “garantice el uso de un método indoloro, que sea rápido e irreversible”. ¿Indoloro? Ejem, perdón... ¿estamos hablando de la muerte, no? ¿Irreversible? ¿nooo? ¿la muerte? ¡Anda ya!
También se plantean acabar con unas cuantas gaviotas y cotorras, (¡Guerra a los bichos voladores!) Supongo que será por el mismo método indoloro, relajante e irreversible. Aunque parece ser que el número de cotorras disminuyó el día de la nevada, pues hay una leyenda urbana que dice que caían de los árboles congeladas. Claro, la nieve! Sr. Alcalde, qué gran idea! Seguro que ya tiene previsto convocar un concurso público para acabar con el clima mediterráneo, y así matar dos pájaros de un tiro: a los propios pájaros y lograr hacer los juegos olímpicos de invierno. (Este hombre es un genio!)
Pero lo mejor de la medida anti-palomas es el espionaje popular que propone: “Una decena de informadores de calle trabajan en la concienciación de los ciudadanos… la ASPB tiene identificados unos 40 puntos donde operan alimentadores extensivos, personas que con su alimentación a las aves permiten que éstas se fidelicen, hagan más puestas de huevos y tengan más crías.” ¿Qué coño es la ASPB? ¿La KGB de la ornitología? Ya me imagino a los “informadores” disfrazados de viejas con una bolsa de pan duro, para poder acercarse a los "alimentadores extensivos" sin ser descubiertos y preguntarles: “Y usted, señora, ¿cada cuánto alimenta a las palomas? Me puede dar su nombre y DNI”
El artículo termina así: “En cualquier caso, no está previsto que se impida la alimentación en Plaza Catalunya, punto neurálgico de Barcelona en el que el Ayuntamiento permite la venta de pienso y donde es tradicional ver a personas alimentando palomas”.¡Toma ya! ¡Ole los huevos del Ajuntament! La Plaza de Cataluña está tomada por hordas de palomas alimentadas por hordas de guiris alelaos, pero eso no importa, total unas cuantas hordas de palomas mas o menos. Todo sea por el turismo y porque Barcelona siga siendo el parque temático preferido de los guiris.
Señor Alcalde, Excelentísimo Ajuntament, háganselo mirar, si us plau.
4 comentarios:
Control de la natalidad, jolines!!
A ver si prohibimos las corridas de toros y cambiamos el divertimento por otro...
Como está el mundo, Martita...
escopetas de balines para los ciudadanos!!! se empieza disparando contra las palomas y se remata con la bonita disciplina del tiro al guiri!! BCNeta!
hola de nuevo! nada, que María Teis me dice que buenísimo, y que lo va a compartir en el facebook. besos.
Buena idea: cambiar el negocio de alimentación masiva de palomas de Plaza Cataluña por una feria con su tómbola, su algodón de azúcar y su puesto de "tiro a todo lo que se mueva"
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