Hay ciertos olores que me perturban, no lo puedo evitar. Pero no hablo de esos de sábado por la noche, cuando se abren las puertas del metro y ese olor de humanidad, tabaco y alcohol, te golpea y te deja KO. Ni de esos de días calurosos de verano en el autobús, cuando alguien pone delicadamente su sobaco encima de tu nariz. Ni siquiera de los de bares de fumadores, que son los verdaderos culpables de la nube de ceniza y no el pobre volcán islandés. No, todos esos olores me joden, (y mucho!) Pero los que de verdad me perturban son los olores de colonias, ambientadores y demás productos de venta en perfumerías.
Sobre todo tengo fobia a esas colonias penetrantes de mujeres de rompe y rasga, que dejan a su paso gente mareada (a la que ellas llaman admiradores); y una presencia constante de su aroma, que por mucho que airees, no se va. Tampoco soporto las típicas colonias de pétalos de rosas del Body Shop. Me huelen a colonia de abuela pija británica de las se ponen la pamela y quedan a tomar el té a las 17:00, (tipo la reina madre de Inglaterra). Y qué decir de las colonias aquellas de “vuelve el hombre". Estas las suelen usar hombres de mediana edad para torturar (consciente o inconscientemente) a sus esposas, o tipos jóvenes que no ligan nunca y no se lo explican...
Todas estas colonias son especialmente traumáticas cuando te encuentras con alguien, que se baña en ellas, en el ascensor. Son los peores minutos de tu vida, sobre todo si vives en un piso alto y tienes que aguantar la respiración a la vez que hablas del tiempo. (Terrible, terrible!) En lo único que puedes pensar es en si llevas algo puntiagudo en el bolso para poder hacerte el harakiri, en caso de que el ascensor se pare.
Y es que los anuncios de colonia han hecho mucho daño, mucho. La gente quiere ser como los modelos que aparecen en ellos y se cree esos eslóganes horribles, como: “Su aroma es mi recuerdo”, Y tanto! y no te lo podrás quitar de encima ni duchándote veinte veces. O aquel de “en las distancias cortas es donde un hombre se la juega”. Sí, sí, se la juega a la mujer que pierde el conocimiento, seguro. Pero el que se lleva la palma es el anuncio de Axe, el desodorante que peor huele del mundo mundial. Y encima te lo venden con esos anuncios utramachistas donde un tipo poco agraciado se echa el Axe y le salen tías buenas por todas partes. Claro, luego los tipos poco agraciados se lo compran y se preguntan ¿donde estás las tías buenas? Pues a 10 kilómetros de donde tu estés, majo.
Pero lo peor de todo es cuando se utilizan estos productos para tapar “otros” olores. Como las abuelas que le echan colonia del Body Shop a un abrigo para quitarle el olor a naftalina. O aquel tipo que se levanta por la mañana y, en vez de ducharse, se echa Axe y Barón Dandy. (Piii, piii, piii, Atención riesgo de fusión nuclear!) Por no hablar de cuando se intentan “tapar” los olores típicos de retrete con colonias potentes o ambientadores de frescor marino. (Mejor no sigo)
Tengo demasiado buen olfato y eso es algo terrible. Soy como al protagonista de El Perfume, sólo que yo no mato a nadie, (de momento), y en vez de preservar los olores, lo que quiero es terminar con ellos.
Se busca persona con nociones de química y equipo propio de probetas, para inventar el Espanta-Olores Definitivo, (uno de verdad, no como el Oust). Abstenerse usuarios de colonias agresivas.
5 comentarios:
Estoy intentando recordar qué perfume me puse el día de Sant Jordi!
Por suerte, a la hora que te vi ya llevaba más de diez horas fuera de casa y no debía quedarme ni un rastro de esencia en la piel. Si no es así, te pido disculpas. Yo también tengo el sentido del olfato muy desarrollado, también el del oído. Creo que soy una superdotada de narices! (y de orejas). A mí me molesta muchísimo el perfume mezclado con el olor a tabaco. Esas chicas que pasan y dejan un rastro de perfume y humo me ponen triste, espero no ser nunca una de ellas. Un beso. Pendientes varias cenas.
Ay, reconozco que yo soy de las que suelen llevar perfume penetrante... pero por suerte -para la gente como tú, claro, jaja- creo que me dura poco.
Ahora que fumo poco la verdad es que me molesta bastante el olor a tabaco, por ejemplo. Dentro de poco van a prohibir fumar en los bares así que una parte del problema se acabará :)
Reconozco que tengo suerte porque vivo en un primero y nunca cojo el ascensor.
Un saludo!
Huele bien tu blog :P a mí me marcó mucho el anuncio "busco un hombre llamado Jack" ;)
Pues no recuerdo notar ningún olor de colonia fuerte el día de Sant Jordi. (Aunque estoy un poco constipada, la verdad)
Tienes razón Carol, el olor a tabaco es lo peor de lo peor, incluso peor que el olor a Reflex. A ver cuándo ponen de una puta vez una ley de verdad y no la mierda que tenemos.
Namaga, el anuncio de busco a Jacks, marcó a toda una generación. Junto con el desodorante Fa, frescor del caribe...
Las cabronas de mis hermanas se escondían detrás de la puerta del baño y me echaban perfume de mi madre a traición. Odio el perfume.
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