viernes, 23 de octubre de 2009

Flipping in colours

El otro día ví un reportaje sobre las nuevas tribus urbanas y aluciné. ¿Cómo es posible que existan tantos adolescentes flipaos? Porque las nuevas tribus urbanas no son como las de antes, cuando uno era heavy porque había nacido en Vallecas y tomaba cañas con Rosendo. No, ahora primero se escoge una estética, lo más hortera posible, y en base a lo que San Google diga de esa estética, se forman sus gustos y su personalidad.

Voy a intentar describir a las nuevas tribus:

Los Emos: Que son los hijos que hubiesen podido tener Robert Smith, (el cantante de The Cure), y Mazinger Z, si Robert Smith no fuese un dibujo animado. (vease South Park). Estos chavales van siempre vestidos de negro con hebillas y complementos robóticos. Llevan los ojos pintados tipo puñetazo y laaargos flequillos escalonados que les tapan un ojo o los dos. Para no ver el mundo, dicen, sino mirar hacia su mundo interior y caer en su abismo emocional. Suelen ser seres depresivos e incomprendidos por la sociedad. Y si por no ver más allá de su flequillo, les atropellase un camión de la basura y se quedasen en estado vegetal… Aquello sería maravilloso, pues ya no tendrían que volver a andar por ese mundo hostil y vivirían para siempre dentro de sí mismos, recreándose en su propio infortunio: “Ay, mísero de mi, Ay infelice”.

Los Visual: Este es un fenómeno que nació en Japón y que ahora han copiado aquí. Les mola la estética manga y escuchan rock japonés, (que entienden perfectamente). Suelen llevar el pelo loco: con escalonados varios, unos pelos de punta, otros no; unos cortos, otros largos; colores diversos, a ser posible fluorescentes… y todo eso en la misma cabeza. Visten una ropa muuy discreta, de colores chillones, minifaldas con medias rotas y liguero, tanto chicos como chicas, rollo andrógino. Aunque al parecer son heteros y según ellos: “el más femenino se lleva a la chica”. Luego se casarán y tendrán hijos hermafroditas, que como no necesitarán ninguna pareja para reproducirse, se harán Pokemones, (que es una variante de los Emos, pero más colorida), y vivirán en su mundo interior pa siempre.

Las Lolitas: Estas son fascinantes. Parece ser que añoran la época de la Inglaterra victoriana, (de su vida anterior, supongo), y se visten con blusas con puntillas y lazos, faldas con vuelo, medias blancas (que quedan bien con todo), sombreritos ridículos y el camafeo que le han robado a su abuela del joyero. Como si fueran muñecas de porcelana de esas que salen en las películas de terror. (Uf, que miedo me dan esas muñecas!) Les gusta la literatura romántica y la moda victoriana. Suelen quedar a tomar el té, a las 5, claro, con pastitas artesanales en forma de corazón. Vamos lo que se dice unas chicas “de las de antes”.

Los góticos: Estos son más conocidos, pues hace años que están entre nosotros, pero desde la famosa foto de las hijas de ZP, han ganado adeptos. Los góticos son esa gente vestida de negro, hipermaquillada, con telarañas en el pelo que parecen salir todas las noches de un concierto de Marilyn Manson en el castillo del conde Drácula. Son también seres depresivos e incomprendidos como los Emos, pero menos cursis. Una variante de estos son los Dark, que son más góticos todavía. Y otra variante son las Lolitas góticas, que son esas chicas de las de antes, vestidas de negro y que pueden salir de noche a tomar el té con pastitas artesanales en forma de calavera.

Los Freakys: Freakys hay muchos y de muy diversos tipos, de hecho, reivindico ese apelativo para todo el mundo. No me parece bien que unos pocos se queden con él, cuando todos somos freakys, cada uno a nuestra manera. Dicho esto, paso a describir a los que se querían apropiar del término. Eran unos chavales de esos que se pasan la vida en chándal y quedan en un parque para jugar a las maquinitas de videojuegos. Cada uno con la suya y sin comunicarse, que entonces, pa qué quedáis? (Vaya mierda de freakys!). Luego salían otros, que quedaban en la calle para luchar con sus espadas láser, estos eran Freakys Star Wars y paseaban con orgullo sus espadas. Además, según decía uno: “Esto es muy bueno, porque hacemos ejercicio. Invitamos a la gente a que venga a luchar con nosotros”…. (En fin)

En el reportaje no faltaron los Heavys, o lo que queda de ellos. Los Rockeros, o lo que queda de ellos. Y los Punks, que lo que queda de ellos son los okupas perroflautas, básicamente. También enseñaron una tienda para bebés donde los padres Heavys (de los de antes) podían vestir a sus retoños con bodys de Iron Mayden. Y las madres adolescentes visuals, tener un bebé recién salido de un manga japonés.

Con toda esta cantidad de gente paraanormal, ahora los institutos viven en un Halloween eterno. ¿Qué prefieres susto o muerte?


6 comentarios:

Paola Vaggio dijo...

Hace ya un tiempo que conocí la tribu de los Emos y la verdad es que me impactaron. "Quiero morir, soy infeliz, no soporto ser adolescente..." O algo así. A mí me hizo bastante gracia.

Mi época del instituto fue la del "grunge", aunque creo que jamás se la consideró tribu, más bien era un estilo de música. Yo recuperé chaquetas de mi abuelo por aquella época, las combinaba con pantalones pitillo de color azul eléctrico y camisetas que mi madre confundía con trapos. Me pintaba la raya del ojo roja. Muchísimo menos sofisticado que ahora.

Hel dijo...

Muerte, muerte y destruciooooooooooooooooooooón¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡

namaga dijo...

La estética en la adolescencia es digna de un estudio, no demasiado profundo, al fin de cuenta sólo gritan al mundo, estoy aquí mamá.

Anónimo dijo...

Luego se extrañan cuando entran en institutos metralleta en mano.

anticolometa dijo...

La adolescencia es una etapa difícil para los propios adolescente, pero es mucho más difícil para todos los que los rodean. Y por lo que veo, la cosa se está poniendo cada vez más chunga. (Joder, ya hablo como una vieja)

De acuerdo Helen, destrucciooooón!

con la perspectiva dijo...

Ahúm ahúm!! Cuando yo era joven, estas cosas no pasaban, no... Vamos, que mi madre, aunque no entendiera que fuera siempre de negro y con esos pelos de grunge, entendía que me quisiera pinchar por la vena, como Kurt Cobain. Al final nunca me pinché, sólo me harté de fumar hash...

¿Dónde van los adolescentes de hoy? ¿Están los adolescentes de ayer en el sitio que les corresponde? Los adolescentes... Sócrates decía algo así como que todos eran unos vagos e inconscientes, vamos, que se piensa lo mismo de ellos desde siempre. Incomprendidos, pobrecitos...